jueves, 29 de mayo de 2008

PrOsTiTuCiÓn




La palabra gigoló se formo a partir de “gigue”(violin y baile) adaptada del germánico “giga”(violín). Etimológicamente, la palabra gigoló significa “amante joven de una mujer de más de edad y que lo mantiene”

La forma femenina precedió a la masculina: la “gigolette” (mujer desvergonzada).

El termino prostitución viene del latín "prostituire" que literalmente significa estar expuesto a las miradas del público.

El termino ramera tiene su origen en los adornos colocados en una rama de árbol que se instalaba en el frontis de las casas donde se ejercía la prostitución.

La prostitución es la actividad a la que se dedica la persona que mantiene relaciones sexuales con otra a cambio de dinero.
El origen de la prostitución se encuentra en las sociedades primitivas donde era costumbre ofrecer a la esposa, a la hija o sirvienta al huésped en señal de estima.
En la prostitución sagrada, religiosa o ritual, se ofrecían a las jóvenes vírgenes más hermosas a los dioses en señal de estima.
El origen de la prostitución sagrada está ligado a ritos de la fertilidad muy frecuentes en el antiguo Oriente.
Originalmente la prostitución sagrada se encuentra en Babilonia, cercano el tercer milenio a.C como una de las formas de culto a Ishtar .
En el gran templo de Ishtar en Babilonia, el E-ana, cercano al Gran Esagifa, moraban las sacerdotisas que se dedican al servicio de la diosa, es decir a efectuar actos de fornicación con los que pagan el precio del rito que se ingresa en la caja del Templo.
Del principio del II milenio hay placas de terracota cocida que representan escenas de actividades sexuales y otros que representan órganos genitales femeninos y masculinos, usados probablemente como amuletos.
El primer escritor que describe el sexo ritual o la prostitución ritual es Heródoto en el siglo V a.J.C. , en sus "Historias" cuando describe el centro religioso de la gran ciudad de Babilonia, ya venida a menos y anota las costumbres poco usuales para un griego. Luciano en el siglo II, a.J.C., también describe el mismo rito, pero esta vez en la ciudad de Biblos en el Líbano, en un templo de Astarté.

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